Aprendiendo.

Empece a odiar, empece a sentir rencor, tenía un grado muy alto de desesperanza, no podía sonreír toda la vida así.....

Y por que he de conservar una sonrisa, por que tengo que ser yo el signo de alegría.....conozco la rabia y en mi ser hay veneno acumulado, los golpes que he llevado a través de estos años han colmado mi paciencia.
Tengo la necesidad de gritar y escupir este sentir. Me han robado una parte pero han hecho que salga mi otra mitad, el lado obscuro.....y me siento bien, es parte de mi, que no siempre hay luz. Las sombras merodean y el aire espeso me rodean.....sigo siendo yo.
Esta vez no necesito palabras de consuelo y animo, quiero sentir la furia de mis puños apretados, mis dientes apretados y la mirada llena de coraje. No me digan que no soy yo, no me digan que cambie, no me digan que vuelva la ternura, no me digan que nada ha cambiado si a cada paso el mundo me ha enseñado que esto es lo que necesito ahora......estoy cansado de esperar algo mejor.....

Solo necesito volar, solo necesito encontrar santa paz......solo necesito ser y estar....la esperanza dispone de tantos terrenos baldíos....

Mi México De Ayer.

Una indita muy chula tenía su anafre en la banqueta, su comal negro y limpio freía tamales en la manteca y gorditas de masa, piloncillo y canela, al salir de mi casa, compraba un quinto para la escuela. 

Por la tarde a las calles sacaban mesas limpias, viejitas nos vendían sus natillas, arroz de leche en sus cazuelitas, rica capirotada, tejocotes en miel y en la noche un atole tan champurrado que ya no hay de él. 

Estas cosas hermosas por que yo así las vi ya no están en mi tierra ya no están más aquí....hoy mi México es bello como nunca lo fue, pero cuando era niño tenía mi México un no sé qué......

Empedradas sus calles eran tranquilas, bellas y quietas. Los pregones rasgaban el aire limpio; vendían cubetas, tierra pa' las macetas, la melcocha, la miel, chichicuilotes vivos, mezcal en penca y el aguamiel. 

Al pasar los soldados salía la gente a mirar inquieta, hasta el tren de mulitas se detenía oyendo la trompeta, las calandrias paraban,sólo el viejito fiel que vendía azucarillos improvisaba el verso aquél: "Azucarillos de a medio y de a real para los niños qui queran mercar"

En la memoria queda guardada esta hermosa imagen de una ciudad que tenía tanto que ofrecernos. Cada día un puñado de seres nos la fue arrebatando y ahora ha quedado atrás y se ve tan distante aquellos días que tenían el encanto de cierta ingenuidad, mucha pureza y un romanticismo que se extraña......se extraña tanto.


Estas cosas hermosas por que yo así las vi ya no están en mi tierra ya no están más aquí....hoy mi México es bello como nunca lo fue, pero cuando era niño tenía mi México un no sé qué......

Mi Ciudad.

Quien te borro la sonrisa?......esta tan cambiada que se ve en tu mirada.
Te han sangrado tanto y me duele verte tan derrotada, agobiada, tan cansada. Y es que el transitar diario se ha vuelto tan pesado, la rutina te ha ahorcado y tu no te puedes quejar, no te dan oportunidad. A veces hay algo que te hace brillar, encuentras un respiro por las noches, las madrugadas te dan tregua, no paras, aun así se te ve con otra cara totalmente distinta......pero con el amanecer y el rápido movimiento que poco a poco se vuelve caos y paranoia te atan de nuevo. Y ellos, los que te sangran, los que te están matando de a poco, los que te hunden, ellos son los culpables.....y un poco nosotros.

Me gusta platicar contigo, pasearme en ti, recorriendote lentamente, disfrutandote, en cada paso sintiéndote latir tan fuerte. Hay mil cosas tan mal contigo, pero siempre habrá algo que nos reconforte en ti, siempre logras atrapándonos ofreciéndonos un rincón o un espectáculo, ¿cómo escapar de ti?

En una banca fumando no puedo parar de ver este gran show, tus ojos tristes aun responden, aun vives y aun hay esperanza para ti.